Las terapias basadas en el ARN mensajero (ARNm) llevan varias décadas en fase de desarrollo, pero ha sido a raíz de la pandemia de la COVID-19 cuando se ha comenzado a explotar todo su potencial. Los ácidos nucleicos, y más concretamente el ARNm, han pasado de ser una tecnología conocida casi exclusivamente en el ámbito científico a ser aplicada de manera generalizada a la población. Actualmente, la principal aplicación clínica del ARNm se centra en la inmunización frente al coronavirus, SARS-CoV-2; sin embargo, la elevada eficacia obtenida y, sobre todo, el excelente perfil de seguridad mostrado, están fomentando su extensión a otras aplicaciones más allá de las enfermedades infecciosas.
El grupo de investigación Farmacocinética, Nanotecnología y Terapia Génica (PharmaNanoGene) de la Universidad del País Vasco UPV/EHU, cuyo personal investigador se encuentra adscrito al grupo Microbiología, Enfermedades Infecciosas, Antibioterapia y Terapia Génica del Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, lleva años trabajando en el campo de la terapia génica, y, en concreto, en el desarrollo de sistemas de administración de ácidos nucleicos. Este grupo de investigación posee varias patentes y tiene una larga experiencia en el desarrollo de nanopartículas lipídicas similares a las utilizadas en las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna, aplicándolas, en su caso, al tratamiento de enfermedades oculares y enfermedades raras. En los últimos años, el equipo viene trabajando en el diseño de estas nanopartículas como medio de administración de ARNm.
Entre las aplicaciones para las que el grupo PharmaNanoGene está buscando nuevas estrategias terapéuticas basadas en ARNm se encuentra la inflamación corneal, patología bastante frecuente que puede ser causada por numerosos factores, como infecciones, sequedad ocular, daños físicos provocados, por ejemplo, por el excesivo uso de lentillas o daños provocados por sustancias químicas. Los síntomas de la inflamación corneal pueden ir desde un molesto dolor ocular y lagrimeo hasta situaciones más graves, en las que se puede llegar a perder la vista.
En la actualidad, el tratamiento de la inflamación corneal se basa en la administración de glucocorticoides, que tienen una gran capacidad antiinflamatoria, pero para que sean eficaces es necesario administrarlos de manera frecuente durante largos periodos de tiempo, y eso conlleva riesgos asociados como el aumento de la presión intraocular o la aparición de cataratas.
Una alternativa a este tratamiento podría ser el uso de la interleuquina-10 (IL-10), una molécula producida de manera natural por diversas células de nuestro cuerpo, con un gran poder antiinflamatorio. Esta interleuquina podría sintetizarse químicamente como fármaco y administrarla a nivel ocular para tratar la inflamación corneal, pero esto no es tan sencillo, ya que llegaría en cantidades muy pequeñas a las células de la córnea y se eliminaría muy rápidamente. Sin embargo, se podría administrar el ARNm que sintetice la IL-10, para que éste sea captado por las células de la córnea, y sean éstas las que produzcan esa interleuquina, como ocurre de manera natural en el organismo.
En este sentido, el personal investigador del grupo PharmaNanoGene, en colaboración con investigadores de la Universidad de Turín, han diseñado un sistema nanoparticulado que contiene el ARNm de la IL-10 formulado en forma de colirio para poder ser administrado por el o la paciente directamente en la córnea. Las nanopartículas lipídicas sintetizadas se han evaluado inicialmente en diferentes líneas celulares y, posteriormente, en ratones.
Los resultados del estudio se han publicado recientemente1, y han demostrado que tras la administración del colirio conteniendo las nanopartículas lipídicas con el ARNm de IL-10, las células de la córnea son capaces de producir la interleuquina antiinflamatoria. En palabras de las investigadoras Ana del Pozo y Marian Solinis, “los resultados de este trabajo abren la puerta a nuevas aplicaciones del ARNm fuera del campo de las vacunas”.