La esquizofrenia es una enfermedad mental grave y crónica que presenta una importante relación con la presencia de factores de riesgo cardiovascular, debido a un estilo de vida poco saludable. Entre estos factores de riesgo cardiovascular, se incluyen la inactividad física, el tabaquismo, el abuso de sustancias, la mala alimentación, junto con los efectos secundarios de la medicación, así como factores sociales y económicos. Ya se ha demostrado que las personas con esquizofrenia tienen un riesgo cardiovascular más alto comparado con personas sanas. Por ello, según diferentes guías clínicas, en esta patología se recomienda el control y la evaluación de los factores de riesgo cardiovascular, con el ejercicio físico como adecuada intervención coadyuvante no farmacológica en su tratamiento.1,2
Previamente a la intervención con ejercicio físico, se hace necesaria una valoración física de la persona, considerándose la capacidad cardiorrespiratoria (CCR, i.e., la capacidad de los sistemas cardiovascular y pulmonar para satisfacer las demandas de oxígeno del músculo esquelético durante el trabajo físico) un signo vital, y considerada, actualmente, como un factor de riesgo modificable para atenuar la exposición a desarrollar enfermedades tanto transmisibles como no transmisibles. Así, un nivel deficiente de CCR se ha asociado a un mayor riesgo de mortalidad, independientemente de otros factores de riesgo clínicos.
La valoración de la CCR puede ser objetiva y directa, expresada como consumo máximo o pico de oxígeno (V̇O2max o V̇O2pico), o estimada a partir de diferentes pruebas ergométricas o de campo. El modelo de referencia para medir y evaluar directamente la CCR es la prueba de esfuerzo cardiopulmonar (CPET), tanto en poblaciones sanas como clínicas. Sin embargo, aunque en los últimos años la CPET se ha convertido en una opción más factible para la evaluación de la CCR, esta lleva mucho tiempo, requiere instalaciones de laboratorio especializadas y costosas, así como personal experto para su supervisión, además de no estar ampliamente disponible en muchos centros. Por lo tanto, la población en general, y las personas con esquizofrenia en particular, rara vez tienen la oportunidad de realizar esta prueba, por lo que la CCR es el único factor de riesgo importante que no se evalúa regularmente en el entorno clínico. En este sentido, las recomendaciones sugieren que, antes de llevar a cabo un programa de ejercicio físico, se incluya la determinación de la CCR utilizando, al menos, ecuaciones predictivas cuando la CPET no sea factible.
En este contexto, la CCR puede estimarse utilizando una variedad de pruebas de campo con un esfuerzo percibido máximo de ejercicio físico y, conseguir así, valores de frecuencia cardíaca (FC) pico, o cercanos al máximo.
Una de las pruebas de campo más utilizadas es la “Modified Shuttle Walk Test” (MSWT), que se considera adecuada para todos los niveles de funcionalidad y permite obtener una respuesta máxima gracias a su diseño (i.e., recorrer una distancia de 10 m en ida y vuelta a una velocidad de intensidad progresiva en respuesta a un estímulo auditivo). Estudios anteriores han evaluado la asociación entre la MSWT y el V̇O2pico en diferentes poblaciones, concluyendo que esta prueba de campo es objetiva, segura, válida, eficaz, fiable y altamente predictiva para la evaluación de la capacidad funcional en cada una de las poblaciones examinadas.3-5 No obstante, al igual que el resto de las pruebas, podría no ser válida para todas las poblaciones, por lo que debería realizarse un análisis de las propiedades de la prueba (i.e., validez, fiabilidad, reproductividad, repetibilidad y sensibilidad) antes de aplicarla en una nueva población, como sería en personas diagnosticadas con esquizofrenia.
Así, dentro del estudio CORTEX-SP realizado en Vitoria-Gasteiz (Araba/Álava) entre los años 2018-2021, personas investigadoras tanto de la Red de Salud Mental de Araba, como del grupo GIKAFIT de la Facultad de Educación y Deporte-Campus Araba de la UPV/EHU, adscritos al área de “Prevención, Promoción y Cuidados en Salud” del Instituto de Investigación e Innovación Sanitaria Bioaraba, han valorado a una población de 144 pacientes con esquizofrenia y han validado una nueva ecuación de estimación6. La ecuación generada para calcular el V̇O2pico para la valoración de la CCR desde el MSWT en personas con esquizofrenia resultó como:
V̇O2pico = 20.168 – [0.226·IMC] – [0.064·FC reposo] + [0.019·DistanciaMSWT]
Siendo el IMC, el índice de masa corporal expresado en kg/m2, la FC reposo medida antes del inicio de la prueba en latidos/minuto, y la distancia en metros conseguida en la propia prueba.
En palabras del investigador Mikel Tous-Espelosín “El principal aporte de nuestra investigación es que, a diferencia de ecuaciones de estimación previas, para esta cohorte, el IMC y la FC reposo son factores importantes a tener en cuenta”. “Sin embargo, cuando se requiere una determinación precisa de la CCR para el diagnóstico, la investigación clínica y el diseño del ejercicio físico, la medición directa del V̇O2pico seguiría siendo el “estándar de oro», concluye la Dra. Sara Maldonado-Martín, investigadora principal.