El tabaquismo constituye un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas y la principal causa de mortalidad evitable en todo el mundo. En España, según la 12ª Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas (EDADES)1, el 34% de las personas entre 15 y 64 años reconoce haber fumado diariamente en el último mes, lo que representa una tasa mayor en comparación con las tasas de encuestas anteriores (30% en 2011 y 31% en 2013 y 2015). El tabaquismo se asocia, además, a un mayor coste sanitario (864,64 euros/año en fumadores frente a 474,71 euros/año en no fumadores), según un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica2.
El consejo sanitario se considera una de las intervenciones más coste-efectivas para dejar de fumar, sin embargo, los cambios promovidos no perduran en el tiempo por lo que es necesario establecer mecanismos de refuerzo, entre los que se encuentran, la m-health (práctica de la medicina y salud pública soportada por dispositivos móviles). En el Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba se llevó a cabo un ensayo clínico aleatorio en el que participaron 320 personas fumadoras para evaluar la eficacia del envío de mensajes motivacionales como una herramienta de refuerzo al consejo sanitario proporcionado en consulta, obteniendo unas tasas de abstinencia a los 12 meses, de 16,25%, en el grupo intervención (programa combinado-consejo sanitario y envío de mensajes motivacionales al móvil del paciente) frente a 5,6% en el grupo control (consejo sanitario únicamente). Dado el éxito obtenido, y con el fin de evaluar si estaría justificada su implantación generalizada en la práctica clínica, el equipo del IIS Bioaraba, en colaboración con investigadores del IIS Biodonostia y de la universidad del País Vasco (UPV/EHU), realizó un estudio coste-efectividad basado en un modelo de Markov, con tres estados de salud mutuamente excluyentes (fumador, exfumador y muerte), para simular el proceso de deshabituación tabáquica en una cohorte hipotética de 1000 fumadores de 16 años o más3. Se optó por un modelo con ciclos de 6 meses, en los que las personas transitaban entre los tres estados de salud, con probabilidades de transición diferentes en función del tiempo, la edad y el sexo (Figura 1). El horizonte temporal se fijó en toda la vida del paciente (esperanza de vida según INE año 2018), necesario para poder incluir tanto el impacto en la salud como todos los costes asociados al tabaquismo a lo largo de la vida.
Figura 1
Todas las personas comenzaron el modelo en el estado de fumador y, en el primer ciclo, podían dejar de fumar, seguir fumando o morir. A partir del segundo ciclo, podían seguir sin fumar, seguir fumando, empezar a fumar de nuevo o morir. Además, tanto los fumadores como los exfumadores, podían desarrollar enfermedades relacionadas con el tabaquismo (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o cáncer de pulmón), con diferentes probabilidades en función de la edad y el sexo.
Se calculó la Razón Coste-Efectividad Incremental (RCEI) del empleo del programa combinado frente a consejo motivacional, y que se define como el coste adicional que es necesario asumir para obtener una unidad de beneficio adicional, que en este estudio se contabilizó en forma de AVAC (Años de Vida Ajustados por Calidad). Este análisis se realizó desde la perspectiva sanitaria y desde la perspectiva de la sociedad. Desde la perspectiva sanitaria, únicamente se tuvieron en cuenta los costes sanitarios directos relacionados con la intervención administrada, y los derivados del tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. En cuanto al análisis desde la perspectiva social, se asumieron los costes sanitarios directos y también las pérdidas de productividad.
Desde la perspectiva de la asistencia sanitaria, la RCEI fue 7,4 € y 1327 € por AVAC ganado en hombres y mujeres, respectivamente. Desde la perspectiva social, el programa combinado fue la alternativa dominante con un ahorro de 5398 € y 3290 € por AVAC ganado en hombres y mujeres, respectivamente. Este ahorro está relacionado con el hecho de que los exfumadores tienen menos riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el tabaco. Esto conlleva menos bajas laborales, por lo que genera ahorro desde la perspectiva de la sociedad.
Este análisis muestra que el uso de los mensajes de texto como herramienta de apoyo al consejo sanitario es rentable, dado que produce beneficios para la salud, reduciendo la probabilidad de sufrir enfermedades relacionadas con el tabaco, y reduce los costos. En base a los resultados de este estudio, se puede concluir que está justificada su implementación en la práctica clínica de manera generalizada, y de hecho, este programa está disponible desde junio del año pasado, en todos los centros de salud de Osakidetza, como otra herramienta más para dejar de fumar.